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Excesos climáticos

Con excesos climáticos hoy me refiero a los excesos que cometemos cuando hablamos de cambio climático o de calentamiento global.

Si me sigues, ya sabes que lo de cambio medio climático no me gusta demasiado porque es un concepto antropogénico y que yo prefiero hablar de calentamiento global, que es lo que los datos nos dicen.

Refugiados climáticos de verdad

El pasado julio apareció una noticia diciendo que Australia concede los primeros 280 permisos de refugiado climático a ciudadanos de Tuvalu.

Tuvalu es una isla del Pacífico que tiene una altitud sobre el nivel del mar máxima de cinco metros y claro, la subida del nivel del mar obviamente se está comiendo la isla y la gente no puede vivir allí y con el tiempo tendrán que irse. Así que Australia ha llegado a un acuerdo con Tuvalu para acoger a todas estos ciudadanos y podremos decir que son refugiados climáticos.

El exceso

Ahora resulta que en todos los medios de comunicación en España aparece una noticia que dice, «10 vecinos de Alcanar serán los primeros refugiados climáticos». Alcanar es una localidad de la costa de Tarragona. y me he molestado en ir a ver la zona en la que 10 viviendas van a tener que ser eliminadas y sus vecinos desplazados a otra ubicación porque en los últimos 7 años han sufrido cuatro tormentas que han inundado y destrozado sus casas.

Por supuesto, admito que los fenómenos meteorológicos adversos se han agravado y se han aumentado su frecuencia en los últimos años, muy probablemente por el calentamiento global, pero es que esta urbanización donde están estos diez vecinos que van a tener que ser reubicados está taponando un barranco justo al borde del mar.

Estos diez vecinos tendrán su derecho a ser reubicados, yo no digo que no, pero no son refugiados climáticos, son el resultado de una barbaridad urbanística acometida hace años, taponando el desagüe de un barranco que da al mar. Literalmente las casas están construidas sobre un barranco y no hay forma de hacer que el agua no las debaste cada vez que hay una gran tormenta.

Echemos la culpa a quien queramos, no sé si al ayuntamiento, a los que dieron los permisos, a los promotores que decidieron que era un buen lugar para construir viviendas o a quien sea, pero desde luego no le echemos la culpa al calentamiento global, no le echemos la culpa al aumento de la frecuencia de las grandes tormentas, porque da igual que tengan una tormenta cada dos años que les inunde la casa, n algún momento cada 25 o cada 50 años esto tenía que pasar.

Así que este concepto de refugiados climáticos para estos diez vecinos de la localidad de Alcanar es completamente excesivo.

Es nuestro afán de lucro y nuestra vanidad por desentendernos del entorno y la naturaleza que nos rodea, lo que ha llevado a estas personas a tener que abandonar sus casas, no que se haya calentado el Globo y a ahora los temporales sean un poco más frecuentes. Le echamos la culpa a algo abstracto, comunitario y la reubicación la pagamos todos, cuando en realidad la reubicación la debería pagar el ayuntamiento que concedió la licencia de construcción en un barranco al borde del desagüe al mar.

Ignacio de Miguel

Hombredecimo.com

Hasta pronto.

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